es mucho más que eso, mucho más;
es un enorme y fuerte sentimiento
de cariño y entrega a los demás.
Un amigo siempre tiende la mano

cuando el resto del mundo la retira,
es aquel que viéndote sufrir
se entristece pero a la vez te anima.
Sabe de ti y entiende tus temores,
a tu lado camina cada día,
hace que te levantes si has caído
y comparte contigo la alegría.
No entiende de rencores ni de odios,
perdona si le ofenden tus palabras,
y estrechando tu mano te dirá
que es tu amigo, y con eso le basta.
Dedícale siempre parte de ti,
que note tu presencia y el calor
de ese corazón en el que emana
la fuente inagotable del amor.
Muchos amigos llegarán a tu vida
pocos serán amigos de verdad,
aquellos que llegaron y se fueron
quizás no merecían tu amistad.
Paulina Simoes López
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