Recordar todas las cosas
que la vida te ha brindado,
es traer a la memoria
secuencias de tu pasado.
Haz que tu mente retenga
las vivencias agradables,
las que te hicieron gozar
de momentos imborrables.
Pero cuando en tus recuerdos
se vislumbre la tristeza,
que la pena no te alcance
y rechazalos con fuerza.
Si feliz fue tu niñez
recordarás con cariño,
que tu vida fue dichosa
cuando solo eras un niño.
Llegaste a la adolescencia
y tal vez te enamoraste,
y vagamente recuerdas
si a penas con el hablaste.
Los años fueron pasando
y llegó tu gran amor,
el que recuerda contigo
lo que contigo vivió.
Así vendrá tu futuro
y llegarán a tu mente
los recuerdos de una vida
que fue tuya solamente.
Paulina Simoes López
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